Seguidores

miércoles, 11 de abril de 2012

Introducción



El viento mece mi pelo  levemente, el sonido de las olas chocar contra la pared del acantilado era lo único que se oía una y otra vez, el sol ya se estaba poniendo y al igual que él mis lágrimas empezaban a desaparecer, la temperatura estaba empezando a bajar, había perdido la cuenta de hacía cuantas horas estaba allí estada con las piernas recogidas por mi brazos mirando al mar, mirando a la nada, tan solo deleitándome con el sonido de las olas.

No quería volver a recordar los rostros de aquellas personas, solo le necesitaba a él, quiero volver a ser feliz, pero para serlo necesito  que él esté a mi lado.

Una mano  se posa en mi hombro y cuando giré la cabeza me encontré con esa persona, que me miraba con los ojos entristecidos, con cuidado me levanté me abracé a él.
Ahora estábamos los dos abrazados contemplando el mar, pero yo me separé de él y le cogí la mano, el solo se limitaba a mirarme extrañado, hasta que me atreví a decirle lo que quería para siempre.
-Por favor nunca me sueltes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario