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domingo, 24 de junio de 2012

Capítulo 13 No es un sueño


EMMA


Tío, esto de quedarse aquí sola de noche me está empezando a dar grima...todos ya se han ido  y solo falta dejar la alarma del bar puesta, cuando vaya de camino a casa comprare algo de comida, estoy que me muero del hambre.

Enserio no estoy bien yo hablando sola en mi cabeza, lo mas normal del mundo jajaja...cuanta ironía por mi parte, este día ha sido una mierda espero llegar pronto a casa, cenar y dormir hasta el punto de no despertar hasta las 15:00 de la tarde, es más si de por mi fuera le joderia a Jason no yendo a trabajar, pero tampoco está la cosa para no trabajar porque quiero ahorrar.

Tras haber terminado de arreglar lo de la alarma cogí la basura y la puse en la puerta mientras que iba a coger mis cosas, cerré la puerta tras ello y cogí las bolsas de basura para tirarlas al contenedor. Un día largo acaba de terminar...ha pasado otra día más que completa 2 semanas sin saber de esa persona que te tiene intrigada...espero que nunca tenga nadie que experimentar esto, porque duele saber que esa persona misteriosa te enamora poco a poco y no sabes ni su nombre...te haces esa pregunta tonta de ¿porque tengo la necesidad de verlo si no se nada de él? Así día tras día esperando una señal suya de vida que ni sabes que si llegará.

Cada paso más cercano al contenedor más hacía querer retroceder otros 10, vaya asco... huele fatal y ni se dignan a limpiarlos... He de admitir que mi cabeza tiene un gran lío mental intento evadir esto que me pasa pero no puedo controlarlo. Suelto la bolsa de basura rápido y me giro en dirección a mi coche, la noche estaba fría como cualquier noche fría de invierno, pero aún así escucho algo que hace que me sobresalte, no no estoy loca he oído los pasos de alguien cerca de mí...me muero... que miedo.

Camino aumentando el paso hasta llegar rápido a mi coche, ahora solo tengo que buscar las llaves, toco mis pantalones con la esperanza que estuvieran ahí pero no están ¡MIERDA! Abro la mochila y la revuelvo lo más rápido que puedo en busca de las llaves lo antes posible, sin querer escucho como esos pasos que he oído aumentan de intensidad, es decir está acercándose rápido a mí  ¡VAMOS EMMA DEPRISA O NO LO CUENTAS!

Tarde...esa es la única que se me vino a la cabeza en el momento que unos brazos me rodean, mis intentos de gritar quedan fallidos al notar aquella mano en mi boca, el corazón se queda paralizado en ese instante en el que noto como empieza a hablar aquella persona y es increíble que sea esa persona que esperaba desde hace semanas la cual me tiene acorralada en estos momentos. Estoy congelada no puedo hacer nada, saber que es él hace que mi cuerpo no reaccione, noto como me gira y puedo contemplar esos ojos color miel que raramente he podido ver a través de unas gafas semanas atrás ¿porqué ahora si me dejaba verlos? No sabia el porqué pero esa mirada me hacía estar tranquila, sus labios se movían pronunciando muchas palabras por segundos de las cuales no me enteraba...estaba prendada de él, no podía evitarlo hasta que  me aferró más a él hasta el punto de que nuestros  labios se unieron y es entonces cuando aparece  otra pregunta ¿esto es un sueño? Porque si lo es no quisiera despertar.

-Hola -Es lo único que alcanzo a oír tras ese beso- ¿Me has echado de menos?

-Tanto que llegué a creer que no eras real -dije sin dejar de mirar sus ojos-

-Pues ahora has podido comprobar que soy real, nadie que esté soñando sentiría mis labios, mis caricias, ni me tendría aquí a las 2 de la madrugada por ella, porque la  echaba de menos -dijo mientras sus ojos brillaban-

-Entonces ¿Porque no he sabido de ti en dos semanas? ¿porqué no me dices quien eres? ¡¿porqué?! -dije intentando reprimir las lágrimas que empezaban a salir de mis ojos-

-Tendrás la respuesta pero ven conmigo -dijo suplicante-

-No, no voy a ir contigo -dije maldiciendo esas palabras mil veces- como se que no vas a hacerme algo malo, te repito que no se nada de ti, no puedo engañarme a mi misma pensando que eres de fiar.

-Lamento no haber dado señales de vida pero te juro por mi vida que si vienes conmigo conocerás toda la verdad -dijo elevando la voz- Y si después de eso no quieres volver a saber nada mi, te juro que desapareceré, pero por favor dame la oportunidad de explicártelo.

-Va-Vale... -dije resignada-

(...)

El reloj marca las 3 de la madrugada en aquella enorme casa a las afueras de Londres, en estos momentos espero a que él salga de la habitación en la cual entro a cambiarse, aún se me hace raro saber que estoy en su casa y lo más raro aún que me ocultó que fuera extremadamente  porque si no ¿como iba a tener esta mansión? Entre tantos pensamientos que tenia en mi cabeza llega él con el con un pantalón de chándal ancho   y sin camiseta, sus pelo estaba desaliñado y podía observar con claridad de quien era...

-No...no puede...ser -dije intentando respirar- 

-Losé...siento habertelo ocultado -dijo mirando al suelo- ser famoso no es fácil y conocer chicas que no se interesen por mi fama aún más.

-Pero Justin -sí chicas por fin nombré su nombre, ese nombre que antes pasaba por mis oídos como un famoso más ahora significaba demasiado para mí- ¿porqué me lo ocultaste tanto tiempo? ¿crees que soy ese tipo de personas? 

-No, no lo creo -dijo mirándome fijamente- Pero date cuenta que soy famoso y necesito saber cuando destapar mi identidad a la persona adecuada, esa persona eres tú Emma.

-Dios...no puedo creer que el mismísimo Justin Bieber me esté alagando -dije divertida para aliviar la tensión del ambiente-

-Entonces...¿no estas enfadada? ¿Te da igual que sea Justin Bieber el famoso? -preguntó acercándose ami-

-No y si, porque yo solo quiero a ese Justin misterioso y cariñoso que conocí en el bar -dije dulcemente mientras acariciaba su mejilla-

-No sabes cuanto significan esas palabras para mí - la distancia se acortó entre nosotros mientras nuestros labios se unían nuevamente ahora sí sabiendo que no es un extraño simplemente es Justin, un chico famoso con miedo al amor-


EMILY

Nuevo día comienza, otro día más que suena la alarma, anoche no me quedé tranquila cuando llegué y le envié a Emma un mensaje y no me contestó. Tras una ducha calentita me visto como siempre para ir a clase y preparo la bolsa, un leve aroma a café llega a mi nariz e instintivamente salgo de la habitación a ver que estaba preparando de desayuno Anna, pero la sorpresa fue llegar al salón y encontrarme con Zayn, Harry y otros 3 chicos allí mientras Anna y la zorra de Kate sirven café.

Pensamientos como "vaya forma de empezar el día" surgen de repente en mi cabeza, todos parecen notar mi presencia y el primero  que se atreve a hablar es Zayn.

-Hola Emy -dijo este- mira os presento Emy, ellos son Louis -señalo a uno moreno con los ojos verdes que vestía unos pantalones con tirantes- Niall -un rubio de pelo alborotado con los ojos azules y sonrojado- y Liam - un moreno con el pelo más corto que los demás muy sonriente que vestía una camisa de cuadros- bueno y a Harry ya le conoces de sobra -pum jarro de agua fría para Kate que casi escupe el café tras estas palabras de Zayn-

-Hola a todos -dije sonriendo mientras los saludaba uno por uno- Oye Anna ¿puedes llevarme o te pillo muy mal?

-Si quieres te llevo yo -dijo esa voz tan inconfundible a mis espaldas-

-Eh... -no pude responder-

-No Harry tu tienes que quedarte aquí conmigo -dijo una Kate furiosa y llena de envidia-

-Bueno, la llevo yo ¿vale? así no habrá peleas -dice el chico rubio a quien apenas conozco-

- Vale  mmm... -¿cómo era su nombre?-

-Niall, así me llamo -dijo soltando una carcajada-

-Bueno pues vamos Niall -dije abriendo la puerta-


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